El vino y el chocolate, ¿maridaje perfecto?

VINO + CHOCOLATE

Más allá de ser dos productos exquisitos y asociados al buen comer, el vino y el chocolate han sido históricamente grandes compañeros por la versatilidad que ambos alimentos ofrecen.

¿Cómo combinar el vino y el chocolate?

Al igual que el vino, el cacao presenta aromas frutales o florales que pueden ser realzados u opacados por las notas de los tintos, blancos y espumantes.

Al momento de combinarlos es fundamental optar por chocolates de alta calidad en los que resalten los descriptores típicos de su terruño de origen, tal como sucede con el vino.

Tips para acompañar vino y chocolate:

Lo más importante al momento de maridarlos es tener en cuenta ciertas características que definen el carácter de cada uno de ellos.

DOS TIPS:

1. Dulzura y amargor: la dulzura del vino siempre debe ser igual o mayor que la del chocolate para no percibirlo muy amargo en boca.

2. Intensidad y cuerpo: cuanto más intenso sea el chocolate, más cuerpo debe tener el vino.

La mejor forma de maridar vinos y chocolates comienza por probar los dos por separado para percibir todos los matices de cada producto y su expresión de sabores. Posteriormente, para combinarlos es recomendable cortar un trozo de chocolate y colocarlo en la lengua hasta que su textura se derrita levemente; una vez que esto suceda, beber un sorbo de vino. Así, ambos se amalgaman en la boca y podremos percibir cómo realzan mutuamente sus sabores.

– Amargo o negro (de 70 a 100%)

Los chocolates amargos y semiamargos son grandes compañeros de los vinos más corpulentos, especiados y con notas tostadas en nariz y boca provenientes del añejamiento en roble.

Si bien los Cabernet Sauvignon armonizan muy bien, también es una buena idea optar por un Merlot con crianza en madera o un tinto fortificado tipo Oporto. Cualquiera de estas opciones realza el equilibrio entre los sabores del vino y el chocolate en un maridaje inmejorable.

CABERNET SAUVIGNON – MERLOT – OPORTO

– Chocolate con leche

Una combinación más clásica es un tinto dulce.

Tanto para este chocolate como para las tortas y postres a base del mismo, lo más adecuado es optar por un Pinot Noir fresco, de cuerpo liviano y con predominancia de aromas a frutos rojos maduros.

Cuando los chocolates o postres tienen frutas también es buena idea experimentar con algún espumante dulce.

PINOT NOIR – ESPUMANTE DULCE

– Chocolate Blanco

Suele ser más dulce y untuoso en boca. Los tintos fortificados o los Moscatos resaltan su cremosidad, mientras que el chocolate destaca el carácter frutal de estos vinos dulces.

Un maridaje más atrevido, podría ser optar por un Chardonnay untuoso y ancho, con crianza en roble; o con un tinto más potente, con taninos pronunciados y una mayor graduación alcohólica. En este caso, es interesante percibir cómo los taninos son suavizados por la dulzura intensa del chocolate blanco.

TINTOS FORTIFICADOS – MOSCATOS – CHARDONNAY

¿Ganas de probar un buen maridaje de vino y chocolate?