En todos los países donde hay producción vitivinícola, existen estos recorridos diseñados y señalizados para promover los lugares relacionados con el mundo del vino y su estilo de vida.

Se integran la cultura local, los paisajes, las bodegas, la gastronomía local, los productos artesanales, los museos y todo lo auténtico que haga a la identidad vitivinícola del lugar.

¿SABÍAS QUE SALTA TIENE SU RUTA DEL VINO?

Pasa por Cafayate , San Carlos, Cachi, Molinos y La Viña.

Tiene una enorme riqueza cultural y con una historia de la vid en los valles que se remonta al siglo SVIII con los Jesuitas.

Concentra su área de producción en los Valles Calchaquíes, zona que presenta un clima seco y templado, óptimo para el cultivo y producción de diferentes cepas, entre ellas el Torrontés: única variedad autóctona del país.

– CAFAYATE – 2500 hectáreas – Concentra cerca del 70% de los viñedos. 

El corazón de la Ruta del Vino salteña. Paisajes asombrosos, vinos de alta gama, y una experiencia que fusiona el enoturismo, la gastronomía y la naturaleza enmarcada por montañas, médanos de arena blanca, viñedos y bodegas.

– SAN CARLOS – 630 hectáreas

Cuenta con bodegas y viñas, artesanos locales, caminatas entre ruinas precolombinas y paisajes con vistas asombrosas.
La ruta incluye a San Carlos y a Animaná, pueblo donde Virgilio Plaza, en La Perseverancia, planta la primera variedad francesa. Animaná tiene una de las bodegas más antigua de la región y una gran variedad de cepas.

– CACHI – 87 hectáreas

Cachi ocupa el extremo norte de este sistema, donde el Nevado de Cachi, corona el paisaje.
Es un terroir con profundidad y pureza donde el Malbec brilla con más singularidad. Intensidad, aromas de frutas negras y especias, con un paladar de cuerpo y frescura elevados.
La sorpresa: el Merlot se da muy bien.

– MOLINOS – 130 hectáreas.

En el siglo XVIII, los Jesuitas plantaron las primeras viñas en su hacienda de La Angostura, a cuatro leguas de Molinos.
En Molinos se encuentra la bodega activa más antigua de Argentina y una de las más altas, Colomé. Todavía sobreviven viñas de cepa Malbec plantadas en 1854.

– LA VIÑA – 7 hectáreas

Es una zona de tradiciones gauchas intactas que cuenta con antiguas viñas y que actualmente está en crecimiento.

A pocos kilómetros del pueblo se encuentra uno de los tesoros más queridos un viejo molino diseñado por los padres jesuitas que data de principios del siglo XVI.

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