Vinos de Primavera

El enoturismo es una excelente opción en cualquier época del año, pero el flore […]

20 septiembre, 2023

El enoturismo es una excelente opción en cualquier época del año, pero el floreciente verde que rodea los viñedos, el ambiente primaveral y las agradables temperaturas hacen que una salida gastronómica a una bodega en esta época del año se vuelva un plan infalible.

Con el florecimiento de los árboles, algunas lluvias estacionales y la ropa más liviana, también cambian los consumos gastronómicos.

Así, mientras cobran protagonismo los platos ligeros, también acompañan esta tendencia los tintos, blancos y rosados más frescos, frutales y de cuerpo medio: los vinos de primavera.

¿Qué se conoce como vino de primavera?

Los cambios climáticos vienen acompañados por comidas y bebidas muy diferentes. Los amantes del vino, se suelen inclinar por los blancos frescos –sin paso por roble- y los rosados, grandes aliados de la mesa primaveral.

Para aquellos que prefieren los tintos, los ejemplares jóvenes, con escasa o nula crianza en madera y de paso ágil también son alternativas muy interesantes para esta temporada.

VINOS DE PRIMAVERA

Características

– Blancos de primavera
Su encanto radica en ser livianos, frescos, agradables y fáciles de beber.
Los terruños argentinos cuentan con un amplio abanico de cepas blancas que son ideales para acompañar la primavera y el verano, los más famosos son el Viognier, el Sauvignon Blanc y el Chardonnay sin crianza en madera.

– Rosados de primavera
Los rosados probablemente sean los vinos primaverales por excelencia: son finos, con buena presencia de fruta y fáciles de beber. En el paladar son suaves, frescos y de cuerpo medio, perfectos para acompañar las comidas de primavera.

– Tintos de primavera
Para los amantes del tinto, sin importar la época del año, en primavera, lo más recomendable. es elegir vinos que no sean muy potentes, estructurados ni alcohólicos. Ejemplares jóvenes y ligeros de cuerpo medio y sin o poca crianza.

Vinos primaverales

– Viognier
Es potente y aromático, con notas a duraznos blancos, a flores y a especias dulces. En boca puede llegar a tener un cuerpo muy imponente, suele presentar una baja acidez, y en algunos casos, un amargor muy atractivo.

– Chardonnay
Es extremadamente versátil y sus aromas varían de acuerdo al clima donde se coseche: remitirán a piñas maduras y frutas tropicales en lugares cálidos, y a manzana verde y hasta cítricos en otros más fríos.

– Rosados
Son muy particulares, son suaves y delicados como los blancos, pero tienen más cuerpo que éstos. Además, son fluidos y ágiles en el paladar, su principal característica es la fruta, son fáciles de disfrutar en cualquier ocasión y acompañan muy bien los platos de estación.

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